Exposiciones

Mario. Saved calls

[CdF SALA]
29 Noviembre, 2013 - 5 Febrero, 2014
Centro de Fotografía

A partir del 2007, ante la inminencia de la muerte de su padre, el artista y fotógrafo argentino Martín Weber comenzó a registrar su imagen utilizando diferentes técnicas fotográficas analógicas y digitales. “Mi padre tenía una obsesión en sus días finales: se iba, decía, sin dejar nada por lo que pudieran recordarlo”. Martín primero realizó una serie de retratos en gran formato compuesta de doce fotografías: once del rostro de su padre y un retrato de él mismo tomado por su padre siguiendo las indicaciones del fotógrafo/hijo.

Dividiendo su tiempo entre Buenos Aires y Nueva York, en muchos momentos el encuentro familiar se generaba a larga distancia. Así surge un trabajo a partir de videocapturas de charlas realizadas vía Skype, titulado Mario. Saved Calls.
Catalina, la hija de Martín, le improvisa una canción de despedida a su abuelo, con toda la ingenuidad de sus cuatro años.
La hija de Weber es, de hecho, sujeto retratado y coautora de esta muestra: además de la canción que el artista incluye en el video de las charlas de Skype, participa con el dibujo de una niña que sostiene un ramo de flores y cuyos cabellos se despliegan en una gran espiral, imagen que el artista ha utilizado en la muestra y como marca del libro dedicado a este proyecto.
Esta muestra fue exhibida por primera y única vez en la Galería Ruth Benzacar de Buenos Aires en el año 2011; la versión actual incluye nuevas obras en las que Weber trabaja sobre los soportes, registros y la doble temporalidad de imágenes provenientes del archivo familiar descubierto recientemente por el artista. En Time-Lapse, una videoanimación compuesta de foto carné tomados desde la infancia de Mario, Weber reflexiona acerca de la noción de identidad entre el registro oficial y la subjetividad. En algunos casos ha percibido cómo la propia imagen-documento se vuelve tan porosa cuanto la memoria, como en imágenes de su madre vestida de novia impresas sobre un papel de prueba que se seguía revelando cuando fue expuesto a la luz prolongadamente; la imagen registrada se desvanecía mientras iban quedando accidentalmente grabadas sobre el papel las huellas dactilares de quienes las manipulaban.
 
Veronica Cordeiro (curadora)