Exposiciones

Desahogo

6 Noviembre, 2013 - 4 Diciembre, 2013
Foto Club Uruguayo y Fundación FUCAC

La exploración de los temas que conciernen a la sensibilidad y las vivencias de las mujeres ha signado desde sus inicios la obra fotográfica de Solange Pastorino, tanto en el plano conceptual como a través de las referencias personales y los autorretratos explícitos.

En todos estos trabajos, realizados desde 2005 –Luna roja, La danza de la mariposa, Sueños, Fe y representación, Mozas del mazo–, su seductor tratamiento estético de las imágenes dejaba asomar, una vez decantado, la cuota de violencia que acompaña al ser mujer en una sociedad patriarcal. Ya fuera la sangre marcando la transformación de la niña en la adolescente, o la luz quemante que recibe a la mariposa que rompió su capullo, o aun las confrontaciones de la mujer-individuo con una sociedad no diseñada a su medida, en cada historia visual de Solange Pastorino hay jirones de piel que van quedando por los espinosos caminos, pero no se detienen.
En esta nueva serie, el foco pasa a centrarse en esa violencia que corta brutalmente los caminos de tantas mujeres, pero es ahora la estética la que asoma, ya sea para reparar el desgarro producido por las imágenes o para dejar más en evidencia su carácter intolerable.
La problemática conmueve, no mediante el ya casi inoperante recurso de exhibir la cruda realidad, sino por la empatía con la ilusión pisoteada, desflorada. Y una vez más, el agua, que recibe en esta figura a las miles de Alfonsinas involuntarias, con quienes no jugarán sirenas ni caballos marinos. El agua que estropea los vestidos y lava las evidencias para que la impunidad se siga cumpliendo, generación tras generación. El agua que enagua lo mismo que la tierra entierra. No hay final feliz. Hay que crearlo.
 
Diana Mines